martes, 4 de noviembre de 2014

Jugar con fuego

El pánico que ha generado el virus del Ébola recuerda a la gripe aviar y a la gripe porcina.
Se aprovecharon estas dos “pandemias” para manipular mediante la opinión pública y así justificar una vacunación masiva de poblaciones enteras que resultó acarrear terribles efectos secundarios.

Los titulares excesivos con los que machaca la prensa día si y día no, y son muy peligrosos:

“La OMS decreta una emergencia de salud pública a nivel mundial”
France 24, 20 de agosto de 2014.

“Ébola sin control”
El País. 5 de septiembre de 2014

“Los científicos ven un futuro calamitoso en la crisis del ébola”
The Times. 12 de septiembre de 2014

Esta situación se vive de forma distinta en África, donde algunos gobiernos ya han empezado a cerrar sus fronteras, movilizar a sus ejércitos para reprimir a las poblaciones y llegando a aislar sin razón a decenas de miles de hombres y mujeres, ancianos y niños puestos en cuarentena y que están protagonizando escenas desgarradoras, como la huida de personas aisladas de hospitales y centros de aislamiento, su persecución por parte de la población, toques de queda, personas sanas hacinadas como sospechosas en habitáculos de pocos metros bajo supervisión policial…

Al escuchar a las autoridades y a los periodistas, podríamos creer que puede estallar una epidemia de ébola en cualquier momento en Europa: basta con que un africano afectado por la enfermedad llegue en avión y desembarque.

Esta hipótesis es totalmente irreal. Sólo pone de manifiesto una ignorancia absoluta hacia lo que es en realidad el virus del Ébola.

No debemos sucumbir ni a la psicosis ni a una forma de racismo no declarado.

La epidemia del virus del Ébola no podrá encauzarse correctamente en África si no cesa toda forma de violencia y de represión. Hay que dejar que cada paciente sea atendido tranquilamente por un personal con una formación médica básica y que adopte las medidas de higiene adecuadas.

No debemos enviar ni cargamentos de vacunas a África ni medicamentos. Eso no serviría más que para enriquecer a los laboratorios farmacéuticos y para provocar daños todavía más graves producidos por los efectos secundarios de los medicamentos.

1 comentario:

  1. Está bien escribir sobre cualquier cosa, pero pedimos reflexiones que conecten con los temas y autores que estudiamos en clase

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